Seño, Señorita, Profesora, La Profe, Pofi, Pofe, Pfff…
Así es cómo me llaman los más de 350 niños a los que enseño y con los que comparto mi día en mi clase entre juegos, talleres y metodologías actuales donde aprenden mientras se divierten.
También sospecho que algún padre (de entre los 250.000 de mi comunidad) con los que comparto a diario mi metodología de enseñanza, me llama de igual manera.
Y mi madre me llama Paula.
Fue ella quien me regaló de pequeña mi primer Quimi Cefa.
Gracias a ese juego (y al sacrificio de varios muñecos que utilicé en los experimentos) fue con el que descubrí que la mejor manera de ser niño es aprendiendo a ser niño.
Explorar, descubrir, curiosear…
Todo ello me llevo a profundizar y estudiar cómo funciona la mente de los más pequeños.
Qué les pasa por la cabeza, qué les estresa…
Y estas preguntas (las mismas que te haces tú) son las que me llevaron a diseñar una metodología de enseñanza novedosa que te ayuda a entender y educar a tu hijo.
Espera.
Que la novedad no es la que piensas.
Aunque me gusta la música esto no va de cantar canciones del Cocodrilo Nino ni del Pollito Pío. No.
Te hablo de trucos que harán que tu peque se divierta, aprenda y no se frustre.
Y si él no lo hace, tú tampoco te frustrarás.
La forma en la que aprendí yo no es muy diferente a cómo aprendiste tú. Tablas de de multiplicar en tiza en la pizarra, deberes interminables para casa, pinta y colorea etc.
Así que déjame decirte que hoy, hay una forma mejor de hacer las cosas. ¿Imaginas que te dijera que enseñes a tu hijo como hace 20 años? Ja! ¿Y cómo hace 40? Ufff, aquí la cosa se pone fea…
Estas preguntas son las que me llevaron a pensar fuera de la caja y diseñar una nueva manera.
Soy Paula, cáncer, creativa, y una «pofe» y con mucha mucha energía (que incluso yo a veces me sorprendo)